¿Cómo ha afectado el coronavirus a la industria del plástico?

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¿Cómo ha afectado el coronavirus a la industria del plástico?

La alerta sanitaria plantea un desafío al tejido socio-económico en todo el mundo. Gobiernos, empresas e individuos deben hacerle frente por igual. Y en este contexto el plástico y los polímeros pasan a un primer plano para preservar la seguridad y la salud de las personas.


La pandemia de coronavirus está teniendo un gran impacto en millones de personas. El confinamiento ha provocado una paralización de la actividad económica, y ha cambiado la vida en la sociedad de manera significativa. De igual modo es evidente que la crisis marca la evolución del sector del plástico.

El papel del plástico contra el Covid-19.

Si hasta hace poco los plásticos eran demonizados desde el punto de vista de la sostenibilidad, la necesidad de contener la propagación del virus entre pacientes, personal sanitario y otros, ha revelado las cualidades vitales de los plásticos por su ideonidad higiénica y por ser altamente desechables.

Al mismo tiempo aumenta la demanda de productos de plástico intensivos fundamentales en la lucha contra el covid19, como equipos de protección personal para profesionales de la salud, máscaras, batas, piezas para equipos como respiradores y numerosos productos médicos como jeringas de policarbonato, tubos de PVC y otros.

Como apunta el comunicado de la plataforma nacional EsPlásticos que agrupa a diferentes agentes del sector, ahora la industria española de los plásticos tiene una prioridad, la lucha contra la pandemia:

  • Más de 3000 las empresas trabajan para proveer a sectores básicos como el alimentario, el sanitario, agrícola o el suministro de agua.
  • Disponibilidad total a las autoridades sanitarias en la producción y aporte de conocimientos técnicos, para la fabricación de artículos de gran demanda durante la emergencia sanitaria.
  • Movimiento solidario, numerosas iniciativas para adaptar cadenas de producción y donaciones de materias primas o productos escasos.

Y es que los plásticos están resultando esenciales. Tanto es así que algunos gobiernos, como ocurre en Estados Unidos, han aplazado sus planes ecológicos contra los plásticos de un solo uso, o envases de poliestireno, por su indudable efectividad en el transporte de productos de primera necesidad.

Cambio de estrategia en el uso de plásticos contra la pandemia.

En este sentido la Asociación Europea de Transformadores de Plásticos (EuPC) solicita a la Comunidad Europea repensar las tácticas en relación a la utilización de plásticos, ya que como argumentan “el ataque a los plásticos seguido por muchos políticos ahora es contraproducente y es hora de trabajar juntos para reconstruir la economía y salvaguardar la salud del consumidor…”

Sin embargo, contempla a la vez impulsar la circularidad de la industria del plástico, como apunta en su carta abierta el presidente de la EuPC, Renato Zelcher afirma que “la industria continuará trabajando en los aspectos de circularidad con todas las cadenas de valor y mantendrá los objetivos para alcanzar los 10 millones de toneladas de uso de materiales reciclados entre 2025-2030”.

La industria del plástico en el mundo entero manifiesta sus inquietudes al respecto. En España por ejemplo, el Ministerio de Hacienda anunciaba a finales de febrero un impuesto sobre envases plásticos de un solo uso. La EuPc se pronunciaba al respecto como “un impuesto intencionadamente discriminatorio ya que sólo se refiere a envases de un solo material con el fin de desincentivar su uso, lo cual “es alarmante a nivel de seguridad alimentaria y sanitaria”.

La transformación del plástico, economía circular y coronavirus.

La empresas del plástico son conscientes de que la salud y la seguridad deben ser lo primero, pero esto no debería impulsar el consumo de desechables para aumentar beneficios tras la pandemia. Es importante controlar la producción de plásticos de un solo uso, y evitar el retroceso en la industria.

En la región asturiana por ejemplo, instituciones y empresas autonómicas están trabajando en una propuesta para la fabricación diaria de 100.000 mascarillas reutilizables. Es una doble solución para evitar que sean de un solo uso, y a la vez proporcionar más mascarillas. También existen alternativas a los desechables en la fabricación de material de seguridad y respiradores entre otros.

La economía circular y sus sistemas de 0 residuos, generan empleos locales y ayuda a las comunidades en la adaptación a los cambios y dificultades que estamos viviendo en la actualidad. Aunque los desechables pueden conseguirse en otros países, los sistemas de reutilización gestionados por personas y empresas de la zona crean riqueza local.

Se trata de seguir buscando una camino alternativo a los plásticos de un solo uso para afrontar la emergencia climática, disminuyendo la producción del plástico que perjudica un entorno sostenible, y favoreciendo una economía fuerte con empleos locales en un futuro.

Ante medidas restrictivas contra la producción de plásticos a nivel continental o nacional se manifiesta la EuPC con estas palabras “la libertad de circulación de estos productos es necesaria para mantener la higiene, la salud y la seguridad en el suministro de muchos productos, como materiales en contacto con alimentos, equipos de protección, dispositivos médicos y medicamentos. No podemos darnos el lujo, en ningún sentido, de olvidar las precauciones básicas que los productos de plástico pueden proporcionar y ya están brindando en el campo en este momento para ayudar en la lucha contra esta crisis”.

Sin embargo no se trata de revertir los esfuerzos, si no de continuar favoreciendo los envases reutilizables para afrontar la contaminación de los plásticos, que continuará muy presente tras la pandemia causada por el Covid-19.

La industria prioriza su valiosa aportación durante la emergencia sanitaria y canaliza esfuerzos prestando soluciones a las administraciones públicas, profesionales sanitarios, de otros servicio de interés público y de la población en general.