Plastrónica, la revolución funcional de polímeros y electrónica.

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Plastrónica, la revolución funcional de polímeros y electrónica

La plastrónica es la tecnología innovadora que une electrónica y materiales plásticos. También llamada In Mold Electronic (IME), la electrónica embebida permite aplicaciones novedosas que se incoporan al mercado de forma ágil y económica. Esta línea permite la fabricación de productos novedosos y la mejora de procesos industriales.


La plastrónica es la tecnología innovadora que une electrónica y materiales plásticos. También llamada In Mold Electronic(IME), la electrónica embebida permite aplicaciones novedosas que se incoporan al mercado de forma ágil y económica. Esta línea permite la fabricación de productos novedosos y la mejora de procesos industriales.

Se trata de desarrollar piezas de plástico cuya funcionalidad permite la creación de productos inteligentes o Smart Products. Existen muchos campos interesados en la plastrónica y es que ésta representa una revolución para los sectores de la automoción, aeronáutica, packaging, construcción, electrónica de consumo, el sector médico o el deportivo.

En este artículo conoce las posibilidades de innovación y optimización de costes de producción que ofrece la plastrónica para la creación de nuevos productos interactivos.

¿Qué es la plastrónica?

La plastrónica es una tecnología con un alto potencial. Ésta une la electrónica y los polímeros para la fabricación de productos de gran valor añadido, con funciones avanzadas y que permiten la fabricación a gran escala.

Este método de fabricación, también llamado In Mould Electronic (IME) se refiere a circuitos electrónicos impresos sobre un film que se introduce en procesos de termoconformado o moldeo por inyección. Así el circuito impreso se ajusta a la geometría de la pieza en un solo paso, manteniendo sus funciones sin importar la complejidad de la misma. De esta manera se simplifica el proceso de fabricación creando componentes y piezas más ligeras.

Esta nueva tecnología no se propone sustituir todos los elementos que integran la electrónica tradicional, sino que pretende la sustitución de alguno de ellos para aportar nuevas prestaciones al producto acabado. Estos se convierten en piezas de electrónica híbrida, componentes electrónicos rígidos y flexibles que constituyen el conjunto.

Este concepto ya estaba planteado hace más de una década, sin embargo ha sido necesario esperar hasta alcanzar una conductividad que permita dar solución a la demanda en aumento. Esta nueva tecnología se plantea como una respuesta más económica que la electrónica del silicio, aunque en una fase de consolidación.

El IME no es exactamente una tecnología nueva. Es más, se trata de una evolución del ya existente IMD, para decoración de moldes, moldeado o conformado 3D, donde se combina la impresión gráfica. El paso de IMD a IME es complejo, en especial en el aspecto comercial. Esta es la razón para que el IME haya tardado tanto en conseguir éxito en el mercado.

Aplicaciones y beneficios de la plastrónica.

En la actualidad los materiales plásticos se han revelado indispensables por su utilidad. Estos pueden adquirir multitud de formas (fibras, películas, envolturas, etc.) debido a su gran modularidad. Por sello se aplica en todos los ámbitos de la vida del ser humano: salud, higiene, alimentación, transporte, vestido y hogar.

En este contexto, donde la demanda y las nuevas necesidades se incrementan, la plastrónica reduce la complejidad en los productos fabricados de materiales poliméricos. Estas son algunas de las principales ventajas del IME:

  • Facilita la automatización de los procesos de acoplamiento al simplificar la fabricación en una sola pieza, sin montaje.

  • Permite además la integración de electrónica en geometrías complejas y piezas en contornos 3D.

  • Aumento de la funcionalidad y la mayor durabilidad de la electrónica, al encontrarse encapsulada y protegida.

Esta novedosa tecnología abre nuevos mercados y numerosas aplicaciones para el desarrollo de dispositivos electrónicos ligeros y flexibles cuyas piezas están diseñadas con geometrías complejas.

Se aplica para la creación de interfaces de usuario en electrodomésticos, y la producción de piezas 3d y geometrías complejas más baratas y resistentes a las condiciones ambientales. Esta tecnología permite la fabricación de mandos táctiles interactivos, botonería invisible, o piezas con sensores integrados.

Un sector que está motivando el I+D de la plastrónica es el de la automoción. Estos procesos de producción que se realizan con electrónica embebida o impresa en plástico, se utilizan para la electrónica mecánica, como por ejemplo consolas de los vehículos, mandos del aire acondicionado, revestimientos de las puertas del coche o accionamientos de las luces.

La primera planta europea de plastrónica se encuentra en España, concretamente en el Centro Tecnológico de Cataluña Eurecat . Según apuntan los estudios sobre su implantación alcanzará en todo el mundo los 5 mil millones de euros en 2026 debido a la tendencia en la demanda de innovaciones relacionadas con el diseño de este tipo de productos. Esta línea tecnológica supone una revolución no solo para el campo de la automoción, sino también el de la aeronáutica, la electrónica de consumo y también en los ámbitos médico y deportivo.